Las otras cifras de la crisis económica: Aborto y ley de dependencia.
Desde el inicio de la crisis económica se han materializado varias políticas que desde mi perspectiva son contrarías al necesario crecimiento económico. Por un lado una subida en la edad de jubilación, con el fin del sostenimiento de la Seguridad Social que a mi juicio va a impedir el acceso al mercado de trabajo a multitud de jóvenes, va a contraer la demanda de los ancianos asalariados como consecuencia de un nuevo horizonte de inestabilidad, va a incidir directamente sobre la productividad per cápita del factor trabajo , la delegación en la UE de las políticas de empleo entre los jóvenes motores del crecimiento económico y en un último término y no menos importante por la inacción en las políticas de desarrollo demográfico-económico (políticas de natalidad y políticas incentivadoras de demanda) .
Sinceramente creo que al final estas determinaciones gubernamentales (de gobiernos de uno y otro signo) están centrándose en atajar el síntoma pero no la enfermedad.Seguramente los grandes gurus de la cocina económica no quieran leer a los que como yo aspirantes a cocinero en Master Chef o como miles de abuelas proponen recetas y productos alejados de su refinado gusto.
Sólo quiero hablar de dos ingredientes (son muchísimos más) que entiendo imprescindibles para cocinar esta crisis por un lado romper la relación causal entre crecimiento económico y crecimiento de la población (entendiendo que en la decisiones familiares sobre natalidad ha sido sustituido la ley natural de conservación, por una ley de “supuesta racionalidad económica” ) y por otro desarrollar la idea de una relación no casual entre crecimiento poblacional ( desde la perspectiva del incremento de base de consumidores ya sea por nuevos nacimientos o por el desarrollo o mejor reinversión de nuevos “nichos de población”) y crecimiento económico.