Conseguir el compromiso (engagement) de nuestros clientes y usuarios combinando diversión y tecnología.
«En una HORA DE JUEGO se puede descubrir más acerca de una persona, que en un año de conversación». (Platón)
La gamificación provoca mejoras en la innovación, el desempeño del empleado, la gestión, la educación, el desarrollo personal y la participación del cliente.
El objetivo que persigue la Gamificación es incentivar determinados comportamientos en los Clientes y Empleados de acuerdo a la predisposición psicológica que el ser humano tiene a jugar. Los juegos son herramientas poderosas que aportan compromiso y motivación pero esta estrategia no persigue la creación de juegos. Se focaliza en aportar las técnicas y dinámicas que poseen los juegos para conseguir objetivos de empresa (fidelización, relación, compromiso, productividad…). La Gamificación es una herramienta de diseño de comportamientos, desarrollo de habilidades e innovación.
Cuando hablamos de Gamificación debemos empezar por definir el objetivo que perseguimos, y de acuerdo a ese objetivo diseñar la estrategia y ejecutarla. Para ello es importante distinguir si nos queremos centrar en Clientes Externos (fidelización) o en Clientes Internos (compromiso de los empleados).
Aplicando estas técnicas en Clientes Externos, la Gamificación persigue los siguientes objetivos:
Cuando aplicamos estas técnicas en Clientes Internos, la Gamificación persigue motivar a los empleados en los procesos clave de la organización para al final conseguir la generación de valor necesaria para la empresa:
La aplicación de la Gamificación es multidisciplinar. Es eficiente en su aplicación a cualquier área de una organización (Marketing, Formación, Fuerza Comercial, RRHH…) o a cualquier sector, ya sea del ámbito público (Educación, Sanidad…) o privado.